lunes, 17 de noviembre de 2025

"Estoy tan triste"

Estoy tan triste como
si te me hubieses muerto
no puedo sonreírme 
pues contigo
ni hablar de qué sé yo
ni dar detalles.
Puedo solo sufrir
por los días perdidos
por lo imposible ya
por el fracaso.


Idea Vilariño

domingo, 16 de noviembre de 2025

Revelaciones

 A final resulta que en verdad era el amor y no las pastillas lo que me tenía contenta.

viernes, 14 de noviembre de 2025

Mi viejo II

     Estos últimos años habías perdido algunas cosas en el camino: la memoria, la motricidad fina, la energía y, eventualmente, la razón. Pero lo que nunca perdiste fueron la ternura y el buen humor. Todos los que tuvimos el honor de cuidarte aquellos días, en los que aún estabas consciente, no dejábamos de sorprendernos por tu buen ánimo, tu docilidad, aún con la picardía inquebrantable de piropear a mi vieja.
    Después entraste en esa especie de sueño profundo y ya no volviste. Quiero creer que te fuiste entonces; que tu alma fue libre antes que tu cuerpo. Y me alivia saber que en nuestra última conversación, aquel 26 de marzo, te dije que soy feliz con mi vida y vos me contestaste: "que alegría hijita, eso me deja tranquilo". Después volviste a la inconsciencia y yo perdí la esperanza.
    Sabiamente perdí de la esperanza, porque ya no hubo retorno.

jueves, 13 de noviembre de 2025

Mi viejo I

Ayer mi viejo hubiera cumplido 90 años.
Hoy me puse su campera verde para sentir que lo llevo conmigo.

miércoles, 12 de noviembre de 2025

Felices 90 Pá

    Mi viejo era una persona generosa que tocó el corazón de todos los que lo conocieron. Se definía a sí mismo como un curioso, y era esa curiosidad el motor que lo llevó por caminos tan diversos. También se describía como un hermano mayor irremediable, siempre paternando a todo el mundo, acudiendo a donde lo llamaban y a donde no, dando amor a manos llenas. Se decía, además, un "principista", actitud que no recomendaba ya que "te complica mucho la vida tener principios"; y sí que se la habrá jugado reiteradamente por eso. A su vez, aunque no lo dijera se sabía erudito, con una vocación docente incansable, pronto a compartir saberes y siempre con un libro a mano sobre cualquier (posta cualquier) tema. 
    Pero creo que la cualidad que más lo caracterizaba era su capacidad para sobrellevar la vida con alegría, porque si hubo algo que lo hizo único eran el buen humor y la ternura, que conservó hasta el último de sus días . 
    Cada vez que voy a su casa extraño que me recite el versito de saludarme y me duele que en esta primavera no haya estado para señalar el florecimiento de los azahares, su evento tan esperado; recuerdo cómo me enseñó a medir el tiempo en canciones, a bailar bajo las tormentas, a explorar todos los mundos posibles con la literatura y a acompañar la vida siempre con música. Me quedo cortísima con estas palabras, pero hoy, recordándolo como cada día, tarde pero seguro, me doy cuenta de que en realidad mi viejo era un maestro de enseñar a vivir.
    Felices 90 Pá, ojalá hayas descubierto todos los misterios que buscabas.